Amé esta tarde como aquella que una vez fue sueño.
Aquella en que recuerdo despedirme como tantas veces, corriendo por la hora, escapando como siempre. A punto de tomar un taxi, sin querer irme aun porque nunca quiero. Mirándote a los ojos para que me pidieras quedarme. Todo como un baile ensayado. Tu firme en que debiese irme. Yo, firme también pero esperando que no fuese cierto.
Me diste un beso bajo la lluvia antes de partir. Silencio por un instante. Solo el palpitar de tú corazón a través de tus labios y el palpitar del agua en nuestros hombros.
Y te vi al alejarme. Disfruté de los últimos rastros de tu silueta empapada que se perdía a la distancia bajo la tormenta de razones por las cuales dejarme ir.
Hoy llovía mucho, tanto como aquella vez. Y fue una bella tarde como las que suelen ser a tu lado. Siempre tan tu, siempre impasible, siempre por ti.
Así quiero pasar mis días, viendo pasar la lluvia. Viendo los días pasar a tu lado.