Gato necio, gato descarado, gato amoroso, gato mi mado, te amo.
No Hacen falta mil palabras, si en un solo segundo una mirada puede llenar el espacio de ese encanto.
Fue sábado y no domingo, pero me pareció domingo en tanto estaba contigo. Domingo cálido, de aquellos que por ahora son poco comunes pero que cuando llegan son el mejor día de la semana. Quizá ya lo esperaba, internamente me pregunto si lo hacía o no por que para ser sincera poco a poco me dejabas ver otro resultado, otro camino inesperado, diferente cada instante al que muchos otros presagiaban. Yo en cambio, que te conozco hasta las profundidades más inexplicables, aun con mis mil debrayeces intentando deducir tus movimientos, no podía entender de qué venían tantos cambios inconstantes. Ya era más constante aquel pensamiento inevitable en mi cabeza. Tanto afán tanta nostalgia efímera, todo intentando descifrar si era lo mejor para ti y para mi.
En fin… esperaba el momento adecuado para tocar de nuevo el tema pero te me adelantaste. Te me adelantaste con una mirada preciosa y una sonrisa triunfante como quien ha hecho cada uno de sus movimientos correctamente. Luego me dijiste que no fue tan simple más al final de cuentas fue como lo esperabas. Yo no sabía nada. Para mi era domingo en sábado, para mi era un día cualquiera, bello en si mismo, bello a tu lado. Todavía la noche anterior platicaba de algunas de mis frustraciones con mis hermanos, disipables si, pero inherentes al tu y yo antes ahora y después.
No dejo de pensar en ti una y otra ves tomando mi mano. Estando ahí en ese abrazo. Escuchando la voz que me derrite, sintiendo bajo mis pies el cielo y como todo a nuestro alrededor se detenía unos instantes. Sonreí cuando hiciste la pregunta. Estaba nerviosa. No era como antes, ni como después, era único e inigualable y si preguntaras sobre la intensidad del sentimiento en ese instante te diría sin pensarlo que no tenía límites.
Finalmente hemos puesto las cartas sobre la mesa de nuevo. Cada día que pasa me parce inigualable. Tengo la sensación de que jamás había vivido antes hasta ahora pero intuyo que seguirá siendo así en tanto te conozca día con día. Soy una persona paciente o por lo menos poco a poco he aprendido a serlo sobre todo cuando me di cuenta de que todo llega a su tiempo. Cuando quisimos el mundo recuerdo, muchos impedimentos llegaban a derrumbar nuestros sueños poco a poco, era difícil incluso poder verte. Cuando dejamos de esperar de planear, como por arte de magia, en una ráfaga de viento tenue se nos fueron dando las oportunidades.
Otra vez ahí en aquel instante como flashazo vinieron a mi mil imágenes. Te recordé pequeña, te recordé a mi lado, en la distancia y en aquel momento. Estábamos en el auto rumbo a la playa, haciendo el amor en mi cama, viéndote dormir, acariciando tu espalda, estábamos en secundaria tratando de tomar nuestras manos sin que nadie lo notara, tratando de escapar por la ventana, tratando de fingir que no sentíamos nada, en un elevador, en el cine, en un lugar para nosotras, estábamos sentadas frente al mar abrazadas, suspirando, llorando, gritando, amando con toda intensidad, ¡que difícil! Amar es tan difícil… y una vez dado el si amor, sin que nos diéramos cuenta, poco a poco se formalizaría de nuevo…
No lo dude ni un instante, después de todo siempre he querido estar contigo, amarte, despertare a tu lado y ver tu sonrisa. Pero te propongo desde ahora ser una misma fuerza frente a las adversidades. Ser un equipo tan bueno como hasta ahora lo hemos sido.
Hay un poema que una vez y que termine arreglando poco a poco, suele venir a mi mente como una imagen efímera cada vez que te beso
Deja el tiempo suficiente entre beso y beso,
El preciso instante para así contarte un verso.
De entre mil eternidades, ese instante lejos, será el más grande.
Verás entonces apagada, aquella llama entre tus manos apagada.
Aquella que disparas como flecha apasionada.
Te diré te amo,
Me dirás por siempre…
Y otra eternidad habrá pasado.
Gracias por las mil eternidades a tu lado, por prometer más y hacerme prometerlas.
Te amo mucho, cada instante, te amo como recién enamorada, como enamorada eterna, te amo con conciencia y sin ella es equilibrio perfecto. Te amo mientras estás y no estás, mientras duermes o mientras construyes nuestro tiempo juntas. Te amo demasiado.
Hagamos nuestro recorrido juntas tan ameno como la primera vez que desperté a tu lado, hagámoslo un domingo eterno en las buenas y en las malas. Quiero pasar mi vida con un ser independiente a mi y ser independiente de su ser y sin embargo compartir el tiempo en un conjunto impenetrable de nosotros dos a veces, quiero pasar mi sueños de la mano a un soñador que jale de vez en cuando al piso sin hundirse. Quiero creer que es posible lo que muchos creen irreal, por que lo he vivido, por que suelo hacerlo a tu lado…
TE AMO
No Hacen falta mil palabras, si en un solo segundo una mirada puede llenar el espacio de ese encanto.
Fue sábado y no domingo, pero me pareció domingo en tanto estaba contigo. Domingo cálido, de aquellos que por ahora son poco comunes pero que cuando llegan son el mejor día de la semana. Quizá ya lo esperaba, internamente me pregunto si lo hacía o no por que para ser sincera poco a poco me dejabas ver otro resultado, otro camino inesperado, diferente cada instante al que muchos otros presagiaban. Yo en cambio, que te conozco hasta las profundidades más inexplicables, aun con mis mil debrayeces intentando deducir tus movimientos, no podía entender de qué venían tantos cambios inconstantes. Ya era más constante aquel pensamiento inevitable en mi cabeza. Tanto afán tanta nostalgia efímera, todo intentando descifrar si era lo mejor para ti y para mi.
En fin… esperaba el momento adecuado para tocar de nuevo el tema pero te me adelantaste. Te me adelantaste con una mirada preciosa y una sonrisa triunfante como quien ha hecho cada uno de sus movimientos correctamente. Luego me dijiste que no fue tan simple más al final de cuentas fue como lo esperabas. Yo no sabía nada. Para mi era domingo en sábado, para mi era un día cualquiera, bello en si mismo, bello a tu lado. Todavía la noche anterior platicaba de algunas de mis frustraciones con mis hermanos, disipables si, pero inherentes al tu y yo antes ahora y después.
No dejo de pensar en ti una y otra ves tomando mi mano. Estando ahí en ese abrazo. Escuchando la voz que me derrite, sintiendo bajo mis pies el cielo y como todo a nuestro alrededor se detenía unos instantes. Sonreí cuando hiciste la pregunta. Estaba nerviosa. No era como antes, ni como después, era único e inigualable y si preguntaras sobre la intensidad del sentimiento en ese instante te diría sin pensarlo que no tenía límites.
Finalmente hemos puesto las cartas sobre la mesa de nuevo. Cada día que pasa me parce inigualable. Tengo la sensación de que jamás había vivido antes hasta ahora pero intuyo que seguirá siendo así en tanto te conozca día con día. Soy una persona paciente o por lo menos poco a poco he aprendido a serlo sobre todo cuando me di cuenta de que todo llega a su tiempo. Cuando quisimos el mundo recuerdo, muchos impedimentos llegaban a derrumbar nuestros sueños poco a poco, era difícil incluso poder verte. Cuando dejamos de esperar de planear, como por arte de magia, en una ráfaga de viento tenue se nos fueron dando las oportunidades.
Otra vez ahí en aquel instante como flashazo vinieron a mi mil imágenes. Te recordé pequeña, te recordé a mi lado, en la distancia y en aquel momento. Estábamos en el auto rumbo a la playa, haciendo el amor en mi cama, viéndote dormir, acariciando tu espalda, estábamos en secundaria tratando de tomar nuestras manos sin que nadie lo notara, tratando de escapar por la ventana, tratando de fingir que no sentíamos nada, en un elevador, en el cine, en un lugar para nosotras, estábamos sentadas frente al mar abrazadas, suspirando, llorando, gritando, amando con toda intensidad, ¡que difícil! Amar es tan difícil… y una vez dado el si amor, sin que nos diéramos cuenta, poco a poco se formalizaría de nuevo…
No lo dude ni un instante, después de todo siempre he querido estar contigo, amarte, despertare a tu lado y ver tu sonrisa. Pero te propongo desde ahora ser una misma fuerza frente a las adversidades. Ser un equipo tan bueno como hasta ahora lo hemos sido.
Hay un poema que una vez y que termine arreglando poco a poco, suele venir a mi mente como una imagen efímera cada vez que te beso
Deja el tiempo suficiente entre beso y beso,
El preciso instante para así contarte un verso.
De entre mil eternidades, ese instante lejos, será el más grande.
Verás entonces apagada, aquella llama entre tus manos apagada.
Aquella que disparas como flecha apasionada.
Te diré te amo,
Me dirás por siempre…
Y otra eternidad habrá pasado.
Gracias por las mil eternidades a tu lado, por prometer más y hacerme prometerlas.
Te amo mucho, cada instante, te amo como recién enamorada, como enamorada eterna, te amo con conciencia y sin ella es equilibrio perfecto. Te amo mientras estás y no estás, mientras duermes o mientras construyes nuestro tiempo juntas. Te amo demasiado.
Hagamos nuestro recorrido juntas tan ameno como la primera vez que desperté a tu lado, hagámoslo un domingo eterno en las buenas y en las malas. Quiero pasar mi vida con un ser independiente a mi y ser independiente de su ser y sin embargo compartir el tiempo en un conjunto impenetrable de nosotros dos a veces, quiero pasar mi sueños de la mano a un soñador que jale de vez en cuando al piso sin hundirse. Quiero creer que es posible lo que muchos creen irreal, por que lo he vivido, por que suelo hacerlo a tu lado…
TE AMO